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Ana Merino (Madrid, 1971) se reconoce «renacentista». La Premio Nadal en 2020 ha escrito novela, ensayo, poesía y es teórica de cómic. Anda enfrascada en una nueva novela que verá la luz, según avanza y desea, el año que viene. Mientras tanto -y tras haber vuelto de EE UU donde ha residido durante los últimos 28 años- dirige la nueva Cátedra Planeta de Literatura y Sociedad, un proyecto conjunto del grupo editorial y la Universidad Internacional de Valencia, que presentó ayer.
¿Por qué era necesaria esta cátedra?
Porque la forma de crear sinergias, estimular una sociedad y hacer que sea más potente es a través de la cultura. Eso lo he aprendido de mi experiencia americana. He estado 28 años en EE UU y he visto que las mejores bibliotecas o las mejores investigaciones se dan allí y hay un gran apoyo a la cultura. La literatura es clave. Nosotros, que somos un país de una enorme riqueza, tenemos que potenciar la nuestra. La cultura y la literatura son ese sustrato humano tan necesario y tan importante. Los hábitos lectores son los que permiten el desarrollo de la inteligencia y debemos trabajar para recuperar ese espacio tan necesario.
¿Cómo puede ser el escritor agente del cambio social? ¿Cómo se compromete con su entorno, con su sociedad?
El escritor tiene la capacidad de ver la sociedad de forma muy abierta, con muchas perspectivas. Los escritores son grandes observadores. A través de la literatura es cuando aprendemos muchísimos valores y muchas reflexiones sobre la interacción humana. Conceptos como la empatía, ponerse en el lugar del otro, muchas veces vienen dados con la literatura. La literatura nos enseña esos caminos para evocar emociones y para reflexionar sobre sociedades. Si vemos la historia de la literatura, siempre ha habido libros claves que han ido trazando reflexiones humanas fundamentales.
Merino, en la sede de la VIU.
La cátedra aborda el tema de la inteligencia artificial. ¿Es un reto, un enemigo, una oportunidad?
La inteligencia artificial es una tecnología que sirve a los espacios científicos. El problema es el mal uso que se puede hacer de esa herramienta. Lo que estamos reflexionando es cuál es el espacio del creador. El espacio del creador humano es construir, a través de su propia invención, universos y perspectivas. La herramienta de la inteligencia artificial va por otros lugares. La reflexión es sobre los derechos de autor, porque en realidad esta herramienta se está alimentando de textos que tienen autoría y la autoría es algo fundamental. Esta herramienta va a ser útil en determinadas cuestiones, sobre todo para el análisis científico de datos, pero la creatividad literaria va por otro lado.
En su carrera ha hecho ensayo, novela, poesía, cómic. ¿El autor tiene que ser transversal?
Dependiendo de cada personalidad. Yo soy muy renacentista, pero cada autor va a dar lo mejor de su espacio creativo.
“El cómic genera muchísimas metáforas visuales”
Llama la atención que haya cultivado poesía y cómic, dos géneros «a priori» muy diferentes.
Soy teórica de la historieta. Siempre hago la broma y digo que acabé siendo poeta porque no tenía la calidad para ser dibujante. Creo que hay mucho entendimiento entre la poesía y el cómic. El cómic genera muchísimas metáforas visuales. La imagen proyecta un lenguaje a través de la secuencia. El lenguaje secuencial del cómic siempre ha sido un espacio fascinante. Yo crecí y aprendí a leer a través del cómic. Tengo ese cariño a ese espacio visual que me hizo tener sensibilidad estética. Además, está la condensación del lenguaje en el cómic. La poesía también busca esa condensación.
Estamos en un buen momento para el cómic, que no es cosa de niños ni de especialistas.
Es muy interesante porque yo ya tengo 52 años y cuando me puse a escribir una tesis doctoral en la Universidad de Pittsburgh sobre cómic fui de las primeras. Se han roto los prejuicios. Había prejuicios sobre lo que podía aportar el cómic en el ámbito de la literatura. Ahora tenemos un espacio muy rico. València tiene grandes figuras, grandes creadores.
La escritora Ana Merino.
¿Qué perspectiva da vivir fuera del panorama literario español?
Ves la riqueza que hay. Somos un país de una enorme riqueza de autores. La Cátedra Planeta permite potenciar esa riqueza y reivindicarla.
¿Y cómo nos ven en Estados Unidos? ¿Somos algo más que Cervantes, «El Quijote»?
Los departamentos de Humanidades son muy potentes. El hispanismo ha tenido muchísima fuerza. Nos aprecian, nos leen y nos valoran.
¿Por qué no somos capaces de defender ese patrimonio cultural con la potencia que lo hacen en EE UU?
Es cuestión, muchas veces, de prioridades económicas y de sensibilidad lectora. En EE UU entienden que la cultura es poder. Nosotros tenemos que recuperar ese concepto.
“La lectura es un entretenimiento de estímulo cerebral”
¿Un niño que no lee de pequeño es un adulto que no amará la lectura?
Un niño que no lee desde pequeño tendrá muchas carencias emocionales. No solo será que no ama la lectura, es que leer ayuda al desarrollo de la inteligencia emocional. Hace que tu cerebro se ejercite. Hay entretenimientos pasivos y hay entretenimientos activos. La lectura es un entretenimiento de estímulo cerebral, que permite el desarrollo de la inteligencia y de una serie de habilidades fundamentales para prosperar. Al niño que no facilitas leer le estás robando su capacidad de desarrollo intelectual.
¿Qué libros tiene ahora en la mesilla?
Tengo a Stendhal porque estoy escribiendo una novela en la que este autor tiene importancia para uno de sus personajes.
¿Para cuándo estará en las librerías?
Todavía le queda como un año. Pero es muy interesante ese proceso de investigación en el que aprendes cómo otros autores se relacionaron con su tiempo.